En el 2011 me dio una parálisis facial que también paralizó otras de mis actividades, y que me demostró que uno no puede hacer ni resolver todo.
En el 2011 conocí los efectos de la cortisona y todavía mi cuerpo y mi digestión los siguen enfrentando.
En el 2011, Adele se convirtió en mi artista favorita al igual que el de millones de personas en el mundo, y no me importó que estuviera tan choteada.
En el 2011 comprendí que es más valioso perdonar que guardar rencores, y rechazar lo que uno siente.
En el 2011 me di cuenta que es mejor decir te quiero o te amo que callarlo, pues el no decirlo no significa que uno no tenga esos sentimientos.
En el 2011 me desarrollé mucho profesionalmente, lo empecé entrevistando a Ricky Martin y lo acabé con Ricardo Arjona.
En el 2011 conocí más países como Panamá y Guatemala, nuevas ciudades como Portland, Cancún y Miami, y volví al bello Puerto Rico.
En el 2011 conocí Veracruz y regresé decepcionado por el mal servicio y trato que tienen para el turismo.
En el 2011 me enfrenté de nuevo a mi naturaleza organizadora, y sé que viene más por ahí.
En el 2011 descubrí que muchas personas se preocupan por mí y mi salud.
En el 2011 entendí que nada importa más que mi salud.
En el 2011 ni lloré ni reí tanto. Me mantuve sin tanto altibajo en emociones, y eso debe cambiar.
En el 2011 seguí siendo un gran fan de Madonna, y sé que así seguirá el gusto, aunque se mantengan las críticas.
En el 2011 me di cuenta que prefiero a Britney Spears muuuy por encima de Lady GaGa.
En el 2011 fui a muchos conciertos, el mejor fue el de Robyn y el peor el de Lady GaGa.
En el 2011 me enojé mucho sin razón, pero otras veces completamente justificado.
En el 2011 no me sentí en mi mejor momento, pero me quedo con ganas de ir por mucho más, y seguir mejorando.
En el 2012.... Qué pasará?