Todas las personas tenemos diferentes momentos, etapas, temporadas en nuestras vidas. Y tal vez lo constante sean esos sueños e ilusiones que son los motores que tenemos para seguir adelante.
No obstante en repetidas ocasiones parece que esas motivaciones desaparecen, o que la cruda realidad a la que nos enfrentamos mientras vamos creciendo hacen que esos sueños de juventud queden enterrados en un lugar recóndito del cual ni siquiera nos acordamos.
Sin embargo, estos días he sentido que efectivamente, estos momentos negros son también etapas necesarias, que debemos vivir y sobrevivir para salir adelante, para llegar al siguiente lugar que queramos.
Lo difícil es lograrlo, a veces posiblemente pasemos toda la vida en la búsqueda de ese confort, de esa tranquilidad, que igualmente, no necesariamente debe ser algo estático o pasivo para estar bien.
Después de mucho tiempo de sentir que las pasiones, deseos e ilusiones habían pasado a otro término, pues simplemente NO se pueden realizar, en las últimas semanas me he dado cuenta que por difícil que parezca, esos sueños sí pueden volverse realidad, aunque para ello haya que trabajar mucho.
El miedo no es al trabajo, al fracaso, a la desilusión. Creo incluso que en este momento no hay tanto miedo como llegó a existir en algún momento. Y esta situación aplica también a molestias, enojos, rabias, reclamos o arrepentimientos. El hoy es bueno, y el mañana seguramente será mejor, aunque para llegar a él sea necesario seguir tropezando y levantándome, una y otra vez.
Hoy es lunes, y en pleno día de “únete a los optimistas”, me gustaría dejar uno de los temas que podrían levantar más los ánimos en la voz de Madonna. Es una canción incluida en su segundo disco de 1984, Like A Virgin. La canción se llama Over And Over, y sin pelos en la lengua, una joven reina del pop asegura que se puede levantar una y otra vez, sin importar las veces que tenga que hacerlo, con el fin de llegar a la meta.
Y sin lugar a dudas hay varias metas, una de ellas muy importante, y que parece estar ya muy cerca. Ojalá y se concrete… mientras tanto: ¡Que tengan muy buena semana!
No obstante en repetidas ocasiones parece que esas motivaciones desaparecen, o que la cruda realidad a la que nos enfrentamos mientras vamos creciendo hacen que esos sueños de juventud queden enterrados en un lugar recóndito del cual ni siquiera nos acordamos.
Sin embargo, estos días he sentido que efectivamente, estos momentos negros son también etapas necesarias, que debemos vivir y sobrevivir para salir adelante, para llegar al siguiente lugar que queramos.
Lo difícil es lograrlo, a veces posiblemente pasemos toda la vida en la búsqueda de ese confort, de esa tranquilidad, que igualmente, no necesariamente debe ser algo estático o pasivo para estar bien.
Después de mucho tiempo de sentir que las pasiones, deseos e ilusiones habían pasado a otro término, pues simplemente NO se pueden realizar, en las últimas semanas me he dado cuenta que por difícil que parezca, esos sueños sí pueden volverse realidad, aunque para ello haya que trabajar mucho.
El miedo no es al trabajo, al fracaso, a la desilusión. Creo incluso que en este momento no hay tanto miedo como llegó a existir en algún momento. Y esta situación aplica también a molestias, enojos, rabias, reclamos o arrepentimientos. El hoy es bueno, y el mañana seguramente será mejor, aunque para llegar a él sea necesario seguir tropezando y levantándome, una y otra vez.
Hoy es lunes, y en pleno día de “únete a los optimistas”, me gustaría dejar uno de los temas que podrían levantar más los ánimos en la voz de Madonna. Es una canción incluida en su segundo disco de 1984, Like A Virgin. La canción se llama Over And Over, y sin pelos en la lengua, una joven reina del pop asegura que se puede levantar una y otra vez, sin importar las veces que tenga que hacerlo, con el fin de llegar a la meta.
Y sin lugar a dudas hay varias metas, una de ellas muy importante, y que parece estar ya muy cerca. Ojalá y se concrete… mientras tanto: ¡Que tengan muy buena semana!
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