Artistas de un sólo éxito, más que suficiente para triunfar
En la música es común conocer de artistas latinos que son la sensación en un determinado momento, que gustan, pegan y arrasan con un éxito que se escucha por todos lados, que venden millones y ponen a bailar prácticamente a todo el mundo. En ocasiones, de tanto escuchar estas canciones, incluso pueden llegar a cansar a parte del público; sin embargo, corren otro riesgo: convertirse en estrellas de un sólo éxito.
Los ejemplos de este tipo de artistas son numerosos, algunos de ellos todavía son escuchados y recordados por los temas con los que se dieron a conocer y despidieron. Posiblemente tres canciones ejemplifiquen de la mejor forma estos éxitos fugaces.
Todo mundo, por iniciativa propia, o en contra de nuestra voluntad, bailamos al ritmo de La Macarena. Esta canción grabada a mediados de los noventa por el dúo Los del Río, empezó como un tema novedoso, que poco a poco fue subiendo en las listas de popularidad e introduciéndose en diferentes y difíciles mercados, como Estados Unidos y Europa. La canción todavía se toca y baila en bodas, y pocos son quienes se quedan sentados. Los del Río ya no volvieron a pegar, pero seguramente ahora que viven en su ciudad natal en España, ya no tienen que preocuparse por su vejez, ya que las regalías por este tema posiblemente les alcancen para vivir como reyes el resto de su vida.
No podemos dejar atrás al Aserejé, tema de Las Ketchup, hermanas también de España, que igual emocionaron que irritaron a los devoradores de música latina, con una canción que no decía prácticamente nada, pero que no podía desaparecer de nuestras mentes. El tema fue el éxito más grande del 2002, y nuevamente traspasó fronteras, en las que el idioma no importó para que el artista consiguiera el éxito. Incluso existe la leyenda urbana que la letra era satánica y en realidad eran versos que alababan al diablo. Claro que ese “ritual” no les funcionó después, pues cuando lanzaron otro disco, éste apareció en las listas de popularidad, pero por debajo de los 100 primeros lugares de ventas.
Y qué podríamos decir de Kaoma y su Lambada. La canción puso a bailar a chicos y grandes, a pesar que hasta se le llamó el “baile prohibido” por sus sensuales pasos que escandalizaron a las buenas conciencias de fines de los ochenta. El tema cantado en portugués a su vez fue un plagio, pero esto no afectó en el éxito del tema, y hasta del disco completo del grupo que contrario a lo que se pensaba, era de origen francés. Hoy rara vez suena la lambada, pero esos inolvidables acordes musicales quedarán en la mente de las personas que en algún momento disfrutaron de este tema.
Ya regresando a los noventas, otra canción que también se convirtió en un gran hit hasta en los países europeos fue el tema Bailando de Paradisio. De este grupo no hay prácticamente ninguna información disponible en la red, sin embargo todavía queda en la mente de los treintañeros esa canción para bailar que se escuchó tanto en radio como en las discotecas del mundo, con una joven de voz aguda y look estrafalario que cantaba incesantemente unas frases repetitivas y sencillo como “bailando, bailando, amigos adiós, adiós, el silencio loco”. Tal vez esta letra es la causa por la que ahora no sabemos nada de Paradisio.
Saltando hasta México, en este rubro puede ser catalogada Pilar Montenegro. Esta mujer se dio a conocer en los ochenta como parte de un grupo coreográfico llamado Garibaldi, que a pesar de no ofrecer nada nuevo, ni siquiera voces rescatables, pegó cuando se lanzó al mercado. Años después, a principios de esta década, una de sus integrantes, Montenegro, lanzó un disco que fue todo un hit, no sólo en México, sino también en Estados Unidos y varios países de América Latina. Quítame ese hombre, de Pilar Montenegro llegó al primer lugar de la lista latina de Billboard en E.U. y de ser una canción de música regional, se convirtió en un éxito pop que más de una mujer despechada dedicó al hombre que la dejó. Pilar ha tenido coqueteos con el reggaeton, ha intentado actuar, pero ni una ni otra actividad le ha funcionado, y se ha quedado como objeto noticioso para programas de notas de espectáculos por sus constantes escándalos.
Antes del reggaeton, y más o menos por la época en la que apareció Vico C y El General como precursores del movimiento urbano en América Latina, de Puerto Rico llegó Wilfred y La Ganga. Un solo tema se escuchó en la radio. Ciertamente es muy divertido y al ponerle atención a la letra, no se puede más que esbozar una sonrisa por la historia de un joven que sufre por los actos de su abuela que no le deja hacer nada. Mi abuela fue un gran éxito en el primer año de la década de los noventa, pero de ahí ya no supimos nada más de el tal Wilfred y su ganga.
En el aspecto romántico, también hay algunos exponentes que han pasado por el éxito efímero. Tal es el caso de Gianluca Grignani, artista italiano que quiso seguir los pasos de Eros Ramazzotti o Laura Pausini que se convirtieron en ídolos cantando en castellano. Este hombre sonó por todos lados en 1994 con su tema Mi historia entre tus dedos. Esta canción se convirtió en casi un himno para los enamorados de aquellos tiempos, por su letra llena de sufrimiento y compromiso para el ser amado. El tema después de cumplir su cometido de vender varios miles de discos, se convirtió en el único que este cantante, todavía activo en su país natal, logró impulsar a nivel internacional.
Ejemplos hay muchos, de eso no hay duda. Sin embargo por ahora nos quedamos con estos pocos para recordar también otros momentos de nuestras vidas, donde incluso llegamos a enamorarnos con estos éxitos efímeros, que a pesar del tiempo, siguen en nuestras mentes.
1 comentario:
DEFINITIVAMENTE ME ENCANTO TU ARTICULO.
TE FELICITO YO CREO QUE HACIENDO REFERENCIA A TU MENSAJE DE BIENVENIDA, ES MAS QUE NOTORIO EL ANTES Y DESPUES DE TU BLOG, TANTO EN EL TIPO DE CONTENIDO COMO EL TIPO DE SENSACIONES QUE AL PARECER EXPERIMENTAS AL REDACTAR TUS NOTAS. Y DESDE MI MUY PARTICULAR E INEXPERTO PUNTO DE VISTA SE VE REFLAJADA YA TU EXPERIENCIA PERIODISTICA. SON OTROS TU Y EL BLOG.
ESPERO QUE SIGAS ASI UN BUEN RATO.
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