Nunca hay tiempo suficiente para sentir, para vibrar, para hablar.
Las cosas pueden quedar en el olvido, pero la nostalgia nos lleva a esos momentos de ayer, en los que las cosas eran diferentes, no mejores ni peores, tal vez más inocentes o sin malicia alguna.
La nostalgia puede ser agradable, reconfortante, o incluso llegar a doler, al recordar lo que fue, lo que no pudo ser, o lo que ha sido el avance propio de cada individuo.
En esos momentos del recuerdo, de la aparición de un fantasma del pasado, de volver a sentir olores, espacios, momentos... el tan sólo estar en un lugar que solía ser tan familiar y lleno de vida, hace recordar el ayer, los buenos momentos, que tal vez ya no son.
Y tanto en esos momentos, como en los de ahora, nunca hay tiempo suficiente, no basta con hablar, con sentir, con disfrutar... siempre existirá la añoranza.
Fotografías, videos, espacios, olores... todo hace regresar a lo que sucedió, a lo que formó parte de una historia, a lo que ya es muy diferente, pero que también se queda como un momento definitivo en el recorrido de cada uno.
No hubo tiempo suficiente, pero sí hay vida para cada beso, cada toque y todas las noches en las que quiero estar dentro de ti.
Todos lo hemos dado, o necesitado... nada es más reconfortable como uno... a veces es difícil conseguirlo o sentirlo, en otras, es causa de un momento inolvidable, y no importa lo que suceda alrededor, no hay nada como un buen abrazo.
De acuerdo a Wikipedia, “el abrazo es una muestra de amor o saludo, realizados al rodear con los brazos (ya sea por encima del cuello o por debajo de las axilas) a la persona a la que es brindado dicho gesto, realizando una ligera presión o constricción con estos al acabar y siendo este de duración variable”.
Todos recordamos algún abrazo en especial, tal vez el primero, el último, o uno donde el tiempo se detuvo, únicamente para sentir, vibrar y estremecerse.
Hoy ocasiones en las que nada más no se da, o uno mismo no tiene el interés genuino de darlo, pero más allá de cualquier muestra de afecto, el abrazo, es la muestra de cariño y amor por excelencia.
A veces los recuerdos se quedan, y esos abrazos del pasado, se extrañan de una manera tan fuerte, que uno desearía que volvieran a ocurrir.
Calvin Harris, productor y DJ escocés habla sobre esto en su nuevo sencillo... nostalgia, pero a la vez un buen pretexto para ponerse a bailar.
Una muy buena rola, You used to hold me... por acá la dejo, y espero más abrazos inolvidables.
"Find your freedom in the music, find your Jesus, find your Kubrick", dice Lady Gaga en el tema Dance in the dark del disco The Fame Monster. La pasión por algo se manifiesta de diferente forma, y es cierto que cada quien la vive como más lo considere necesario.
La pasión por la música es algo que nos llega a algunos, en ocasiones puede disminuirse, o cambiar; evolucionar o modificarse. Pero en la mayoría de los casos, se queda, con todo y los bemoles que el paso de los años puedan causar.
Tal vez desde antes de nacer, con los gustos de nuestros padres, más adelante con lo propio de lo que a cada niño le puede gustar, y más adelante con los ídolos que en ocasiones los medios pueden ir creándonos.
Pero la consolidación de esa pasión, cuando uno crece más, cuando ya toma sus decisiones, y cuando cada quien elige... es ese entonces el momento en el que sabemos que es algo que llegó para quedarse para siempre.
Mi pasión es por la música, y no cualquier música, la que en realidad me hace vibrar, e incluso querer “bailar en la oscuridad”. Como dice “la GaGa”, he encontrado mi libertad, mi Jesús y mi Kubrick con los sonidos... y lo mejor, sé que viene más.
Hace unas horas Lady GaGa cantó en los premios Brit, donde resultó la ganadora de la noche. Aunque la versión de Telephone no es la mejor, si envidio su “guitarra-teclado-fabuloso Fred”... ¡está bien chido!
Más inmersa en la promoción de un álbum en español, los fans de Nelly Furtado en inglés tenemos un respiro gracias a la llegada de este tema producido por el popular DJ Tiesto.
Aunque es difícil aceptar que la música hecha completamente por computadora puede ser igual de buena que una con instrumentos tradicionales, en esta ocasión, el resultado final es bueno, lleno de emoción y dramatismo.
A final de cuentas, ¿Quién quiere estar solo?... posiblemente muchos de nosotros en determinado momento de nuestras vidas, pero igualmente, otros no quisiéramos vivir perennemente sin compañía alguna.
Se puede bailar, se puede cantar, se puede sentir, se puede escuchar: Tiesto con Nelly Furtado y “Who wants to be alone?”.
Y aparece Marta Sánchez, sale de una habitación de un exclusivo hotel de Polanco, nada más pasa, hace que todos, hombres y mujeres, volteen a verla. Es alta, es guapísima, destaca su larga cabellera rubia, toda una diva, con los aires de la misma, y el porte de alguien que ha tenido una carrera de más de veinticinco años, como una de la grandes artistas del pop.
A su lado, Carlos Baute, venezolano que logró la fórmula perfecta con una composición que ya ha tenido cuerda por casi año y medio, conquistando la radio, tiendas, descargas y canales de televisión. Podría parecer una canción simple, pero “Colgando en tus manos” se convirtió en uno de los más grandes éxitos en español de los últimos años.
Y aunque la “Miss Sánchez” no llegó a América Latina, ahora la ex vocalista de Olé Olé promete con una inusual seguridad su regreso a la región con sus más grandes éxitos grabados a dúo con otros artistas, así como un nuevo material inédito. Incluso adelanta la realización de un show el próximo verano en el afamado Auditorio Nacional de la Ciudad de México.
Se extrañan sus interpretaciones, desde la sensual inocencia de “Supernatural” o cuando era “La chica ye ye” con la banda española que la dio a conocer a fines de los noventa, hasta sus mejores interpretaciones de Madonna en temas como “Dime la verdad” o “Desconocida”. Ella es una grande que tiene sus méritos, no sólo belleza y sensualidad, sino también una maravillosa voz y la capacidad para transmitir emociones. Si no, sólo basta recordar “Vivo por ella” al lado de Andrea Bocelli.
Ella es Marta Sánchez, y la emoción de tenerla frente a mí, de abrazarla para la foto, y de darle un tímido beso de despedida se queda guardada como otro de esos momentos inolvidables al lado de los ídolos que han estado en el proceso de crecimiento, desde que uno era muy inocente, y con grandes sueños.
No hay una canción favorita de la Señorita Sánchez, ésta es tan sólo una de esas grandes canciones pop, que mezclan los elementos necesarios para crear un magistral tema: “Moja mi corazón”... con gusto me dejo ahogar con las gotas de tu amor.
