UN (MUY) BUEN AÑO

El año termina, ya queda únicamente un día para decir adiós al 2007, y parece que apenas fue ayer cuando un tumultuoso 2006 finalizaba. Ahora, con muchos conocimientos, aprendizajes, satisfacciones, dudas, molestias y esperanzas, llega el 31 de diciembre del 2007.


¿Qué me dejó este año? A ver, voy a hacer una lista, de lo que llegó, sucedió y en algunos casos se quedó en el 2007.


Empecé el año con la muerte de una mascota, que fue uno de los mejores regalos que he recibido, y que desafortunadamente estuvo conmigo nada más una semana.


En enero también apareció el GONZO’S PLACE, como una forma de expresar ideas, y más que nada, como una necesidad de decir cosas que no podía de otra manera, que en un trabajo pagado nada más no obtenía, y que me decidí a no perder. Fue una idea que surgió rápidamente, y que en poco tiempo se concretó, llegó en línea y en audio en algunos casos, y a casi un año de haber aparecido, se convirtió efectivamente en una terapia muy efectiva, y en una gran herramienta profesional que me ayudó a abrir la puerta que estaba buscando por mucho tiempo, y que por fin se abrió.



En este 2007, también tuve el contacto desde fuera pero adentro con los medios, gracias a Christian y su estancia por el Reforma. Fueron meses divertidos, interesantes y aunque un poco pesado, creo que lo que puede aprender como “invitado”, me ayudó a seguir aprendiendo en el oficio del periodista.



Regresé a las grabaciones amateurs con el podcast del Gonzo’s Place. Aunque no tan constante por la falta del tiempo, varios programas en línea aparecieron en este espacio, incluyendo el Yearly Hits Countdown de este 2007.



Por fin, después de quejarme de las nuevas propuestas musicales, en este 2007 conocí música que me encantó por su frescura, por ser diferentes, por dotar un nuevo brío a esa gran pasión que es para mí la música. Así amé a artistas como Amy Winehouse, Robyn, Mika, The Gossip, Calvin Harris, The Click, Dragonette, The Cribs, Mark Jonson y otros, que me regalaron canciones inolvidables en este 2007.



Madonna, mi querida Madonna siguió a mi lado. He de reconocer que con menos fuerza que en otros años, nada más tres canciones inéditas conocí de ella en el 2007: Hey You, The Beat Goes On y Candy Shop. Pero no me preocupa, viene un año con la promesa de disco nuevo, y el miedo que representa el pensar en la nueva gira.



Con Amy Winehouse y su disco Back To Black, vi reflejado ese regreso al negro en mi vida, después de varios años llenos de ilusión, de amor, de planes, que con mucha pena se vieron modificados, más no destruidos. Afortunadamente, al ver esta situación con objetividad, no regresé al blanco, sino a una realidad llena de matices, con cosas buenas, cosas malas, y conmigo en medio, lleno de fuerzas para seguir caminando por donde yo quiero.



Este año también vino una fuerte enfermedad en mi mamá. Con temores, ansiedad y muchas ganas de ayudar, creo que la inmensidad que me da la imagen de mi madre me sigue afectando mucho. Creo también que he visto mi desarrollo y madurez personal en este sentido. Con amor, preocupación y tranquilidad. Mi mamá es una gran mujer a la que adoro, y así siempre será.



Este año bajé 20 kilos. Un gran reto que todavía no llega a su meta, pero que me demuestra una vez más la fortaleza que tengo y los buenos resultados que tengo cuando yo trabajo por mí, sin tener que estar aguantando engorrosos comentarios sobre algo que en determinados momentos no quiero hacer.



En el 2007 también me di cuenta que aguantaba una hora de clase de spinning, y que además me gustaba. Algo grande para mi, enemigo total del ejercicio.



A mediados de año, no fui motivo de un aumento salarial de ni un quinto porque según no funcionaba profesionalmente, después de quebrarme el lomo durante más de tres años en un trabajo que me daba varias cosas pero que también causaba grandes conflictos en lo personal. Afortunadamente, todo el trabajo llevado en un año de terapia también me ayudó a darme cuenta que esa apreciación no era verdadera… era desesperante y molesto, pero sabía que eventualmente tenía que llegar lo que necesitaba.



Algo que esperé por casi diez años, desde mi ingreso al mundo laboral ocurrió a fines del 2007. Después de buscar, tocar puertas incorrectas, de buscar y buscar, por fin di con el lugar donde me dieron la oportunidad de demostrar mi trabajo. Sin tanta espera y trámite, en poco tiempo pude hacer el ansiado cambio de lugar laborar, a un espacio con el que puedo decir firmemente: agradezco tener un trabajo… un trabajo que me gusta (y me gusta mucho).



Con este trabajo volví a descubrir el amor que tengo por la música en mi idioma. No dejo a un lado mis máximos gustos con las rolas en inglés, pero de nueva cuenta, y ya sin penas innecesarias, he aceptado mi gusto por varias canciones en mi lengua. No es nada más por la chamba, creo que efectivamente disfruto la música latina…sobre todo con mi última obsesión del 2007: Wisin & Yandel.



También gracias a este trabajo, tuve la oportunidad de entrevistar a varios artistas, algunos que me gustan más que otros, algunos más interesantes que otros, algunas más chidas que otras… pero sobre todo, me ayudó a darme cuenta que efectivamente, esta es otra actividad que además de que me gusta, puedo hacer. Así estuve frente a gente como Chavela Vargas, Juanes, Enrique Iglesias, Ricardo Arjona, Alejandra Guzmán, Amanda Miguel (Mi MEGA ídolo ja ja ja) y Diego Vergaguer, RBD, Sin Bandera, Jesse & Joy, Motel, La Quinta Estación, Aleks Syntek, Zoé, Molotov, Panda, Maf, Amnesia, Alex Otaola, y otros, que la verdad, me dieron muy buenos momentos y varias anécdotas muy buenas.



Aunque pocos, sé que tengo a muy buenos amigos, personas que me quieren, que se preocupan por mi, y que fielmente están ahí para compartir conmigo los buenos y los malos momentos también. Un gran agradecimiento a todos y cada uno de ellos, saben que los adoro y que ¡¡ese apoyo es recíproco!!



En fin, creo que muchas situaciones y aprendizajes se han quedado olvidadas en esta entrada, pero por ahora cierro el 2007 en el Gonzo’s Place. No puedo más que aceptar que termino el año con un muy buen sabor de boca, totalmente diferente al del año pasado. Ha sido difícil, en momentos creí que no podría, pero hoy por hoy me siento bien con lo que tengo y lo que soy. Hay mucho trabajo por delante, pero que venga y a recibir con los mejores bríos el 2008, ¡ahí vamos!