Ayer llegó la fecha para presenciar un concierto pop con una de las máximas exponentes de dicho género a nivel mundial, quien visitó y conquistó al público mexicano con su música pero sobre todo con su gran carisma que la han convertido en la favorita de poperos y alternativos por más de una década.
Gwen Stefani se presentó la noche del domingo 15 de julio del 2007 en punto de las ocho de la noche en el icónico Domo de Cobre de la Ciudad de México.
Desde las cinco de la tarde los jóvenes adolescentes y treintañeros acudieron al llamado de Stefani, aunque en poco tiempo el caos inició a causa de la lluvia que empezó a caer cuando apenas eran las dieciocho horas.
María José, ex integrante del grupo Kabah fue la encargada de abrir el concierto. Apareció en el escenario a las 7 de la noche y durante media hora dio a conocer las canciones de su primer disco como solista, y un popurrí con algunos temas reconocidos del grupo al que perteneció. Cabe decir que aunque el público no se prendió como se esperaría, a causa que la mayoría de las canciones eran desconocidas, la joven intérprete hizo su trabajo de manera digna y recibió la respuesta que se esperaría de un grupo de personas que acudieron al Palacio de los Deportes a ver a la vocalista de No Doubt.
La llegada de Stefani al escenario generó la emoción de las más de diez mil personas que abarrotaron el recinto. El inicio con The Sweet Escape, tema convertido en uno de los favoritos de la radio mexicana en los últimos meses parecía mostrar la forma en la que el público respondería durante la hora y media que duró el espectáculo: la gente a los pies de la rubia y carismática mujer, a quien a leguas se le nota las tablas que ha tenido durante más de quince años de carrera.
La selección musical vino esencialmente de sus dos producciones como solista: Love Angel Music Baby y The Sweet Escape. Todas las canciones prendieron a la gente, aunque a veces los tambores de marcha parecían repetirse una y otra vez en temas extrañamente parecidos a Hoolaback Girl, uno de los momentos más ovacionados de la noche.
Casi al cierre de la presentación, Gwen se acercó al público que la aplaudía desde las gradas, ahí además de dedicar algunas palabras sobre lo feliz que estaba de llegar a México, discurso que se repitió durante todo el concierto, interpretó uno de sus más grandes éxitos: Cool.
El simple escenario, que únicamente tenía una pantalla central donde se mostraban imágenes para acompañar las canciones, los músicos, cuatro bailarines y las cuatro Harakuru Girls fueron los encargados de dar el show al lado de Stefani.
Antes de finalizar con What You’re Waiting For, la intérprete aseguró estar feliz con sus dos discos “para bailar”, pero que ahora viene un nuevo disco de No Doubt.
Los temas de Stefani son de gusto personal, considero que de ambos álbumes como solista hay una considerable cantidad de éxitos probados y temas con los que podemos identificarnos e incluso disfrutar sin pensar más allá como Rich Girl, 4 In The Morning o Luxurious. Sin embargo, como fan de la intérprete formado en los noventa, sí extrañé escuchar temas como Spiderwebs, Don’t Speak o Simple Kind Of Life.
Quien sabe, tal vez ahora que Gwen se dio cuenta de la calidez del público mexicano regrese más adelante al lado de la banda que la lanzó al estrellato mundial, y entonces sí podamos escuchar esos temas que nos acompañaron durante nuestros años de adolescencia y que cantábamos con mucha pasión.
Al final reconozco que el concierto aunque no me enloqueció, me gustó mucho, sobre todo al ver a una persona con experiencia, carisma y calidad humana muy grande, capaz de dar un espectáculo por sí sola, sin la necesidad de gran pirotecnia e incluso, perdonar los excesos de su grupo de bailarines, de sonidos repetitivos y la falta de fineza para los pasos de baile.
Ciertamente Gwen no será recordada por sus duras y complicadas coreografías, más bien por su imagen alivianada y temas fáciles de digerir, pero bien hechos y que se quedan en el gusto de la gente para la posteridad.
Aquí dejo una presentación en vivo de la que posiblemente haya sido mi canción favorita en el concierto: Cool.
Fotos tomadas de Reforma.com
Gwen Stefani se presentó la noche del domingo 15 de julio del 2007 en punto de las ocho de la noche en el icónico Domo de Cobre de la Ciudad de México.
Desde las cinco de la tarde los jóvenes adolescentes y treintañeros acudieron al llamado de Stefani, aunque en poco tiempo el caos inició a causa de la lluvia que empezó a caer cuando apenas eran las dieciocho horas.
María José, ex integrante del grupo Kabah fue la encargada de abrir el concierto. Apareció en el escenario a las 7 de la noche y durante media hora dio a conocer las canciones de su primer disco como solista, y un popurrí con algunos temas reconocidos del grupo al que perteneció. Cabe decir que aunque el público no se prendió como se esperaría, a causa que la mayoría de las canciones eran desconocidas, la joven intérprete hizo su trabajo de manera digna y recibió la respuesta que se esperaría de un grupo de personas que acudieron al Palacio de los Deportes a ver a la vocalista de No Doubt.
La llegada de Stefani al escenario generó la emoción de las más de diez mil personas que abarrotaron el recinto. El inicio con The Sweet Escape, tema convertido en uno de los favoritos de la radio mexicana en los últimos meses parecía mostrar la forma en la que el público respondería durante la hora y media que duró el espectáculo: la gente a los pies de la rubia y carismática mujer, a quien a leguas se le nota las tablas que ha tenido durante más de quince años de carrera.
La selección musical vino esencialmente de sus dos producciones como solista: Love Angel Music Baby y The Sweet Escape. Todas las canciones prendieron a la gente, aunque a veces los tambores de marcha parecían repetirse una y otra vez en temas extrañamente parecidos a Hoolaback Girl, uno de los momentos más ovacionados de la noche.
Casi al cierre de la presentación, Gwen se acercó al público que la aplaudía desde las gradas, ahí además de dedicar algunas palabras sobre lo feliz que estaba de llegar a México, discurso que se repitió durante todo el concierto, interpretó uno de sus más grandes éxitos: Cool.
El simple escenario, que únicamente tenía una pantalla central donde se mostraban imágenes para acompañar las canciones, los músicos, cuatro bailarines y las cuatro Harakuru Girls fueron los encargados de dar el show al lado de Stefani.
Antes de finalizar con What You’re Waiting For, la intérprete aseguró estar feliz con sus dos discos “para bailar”, pero que ahora viene un nuevo disco de No Doubt.
Los temas de Stefani son de gusto personal, considero que de ambos álbumes como solista hay una considerable cantidad de éxitos probados y temas con los que podemos identificarnos e incluso disfrutar sin pensar más allá como Rich Girl, 4 In The Morning o Luxurious. Sin embargo, como fan de la intérprete formado en los noventa, sí extrañé escuchar temas como Spiderwebs, Don’t Speak o Simple Kind Of Life.
Quien sabe, tal vez ahora que Gwen se dio cuenta de la calidez del público mexicano regrese más adelante al lado de la banda que la lanzó al estrellato mundial, y entonces sí podamos escuchar esos temas que nos acompañaron durante nuestros años de adolescencia y que cantábamos con mucha pasión.
Al final reconozco que el concierto aunque no me enloqueció, me gustó mucho, sobre todo al ver a una persona con experiencia, carisma y calidad humana muy grande, capaz de dar un espectáculo por sí sola, sin la necesidad de gran pirotecnia e incluso, perdonar los excesos de su grupo de bailarines, de sonidos repetitivos y la falta de fineza para los pasos de baile.
Ciertamente Gwen no será recordada por sus duras y complicadas coreografías, más bien por su imagen alivianada y temas fáciles de digerir, pero bien hechos y que se quedan en el gusto de la gente para la posteridad.
Aquí dejo una presentación en vivo de la que posiblemente haya sido mi canción favorita en el concierto: Cool.
Fotos tomadas de Reforma.com
1 comentario:
Sólo quiero agradecerte el haberme invitado al concierto, me la pasé muy chido a pesar de que iba en calidad de "muerto fresco" por la gripa.
Creo que como tú dices, lo que más llamó mi atención fue el carisma y la nobleza de la When Este-fan-y, y no su destreza para bailar, pobrecita nació con dos pies izquierdos.
Aunque creo que su espectáculo es pobre, tal vez ese sea el problema, no es espectáculo sino concierto, me parece digno resltar sus ganas y alegría en el escenario y por eso mis respetos pa' la guera.
Por otra parte ya que se deje de payasadas y se ponga a hacer buenas rolas con NoDoubt, eso si que me emociona toneladas!
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