jueves, 5 de marzo de 2009

NO QUIERO SER MILLONARIO

Ahora que la Academia le ha hecho justicia a Danny Boyle, director inglés de cine, creo que es más que necesario que volteemos a ver otros de los trabajos de este realizador, que en mi opinión, son sumamente superiores de “Quiero ser un millonario”, tanto por la audacia, las historias, la forma de narrar y la puesta en escena en general.

Más allá de los clichés que encontré un tanto “desencantadores” en la Mejor Película del Año, según los Oscares, las cintas de Boyle han marcado tendencias y han definido momentos muy interesantes, no sólo en la historia del séptimo arte, sino también en las vidas de algunos de nosotros, que no podemos negar algunos recuerdos muy especiales con estas películas… aquí les comento de nada más tres de mis verdaderas favoritas.

3. Millonarios (2004)

Parece que una de las obsesiones de Boyle es el dinero, pues antes de “Quiero ser millonario” ya había hecho una película con tema similar, y que era mucho más fresca, actual, universal y emotiva (al menos creo que tuve más empatía con los niños de esta cinta que con los de Slumdog Millionaire).



El argumento de "Millonarios" se centra en dos niños de clase trabajadora, Damian (Alex Etel) y Anthony (Lewis Owen McGibbon), que un día, por accidente, encuentran una mochila llena de libras británicas... una semana antes de que el país cambie su moneda a euros. Entonces, tienen unos cuantos días para decidir en qué gastar el dinero. Pero sus decisiones tendrán consecuencias inesperadas, especialmente cuando se revele el origen del misterioso dinero.

Emotiva, cálida (a pesar de ser británica), novedosa e inolvidable, así es Millonarios, una de las mejores cintas de Danny Boyle.



2. Exterminio (2003)

Danny Boyle también demostró poder hacer una muy buena película de terror con Exterminio (28 días después), centrándose en la invasión de los zombies a Londres, esta cinta se vuelve perturbadora, intimista y horrorífica, narrando cómo la vida humana va desapareciendo como consecuencia de una infección maligna que a la larga también aborda algunas de las principales características de las personas como el odio, la discordia o la envidia.



El protagonista, Jim (Cillian Murphy) despierta de un coma en un hospital londinense 28 días después de iniciarse la pandemia. Registra el hospital y saca de una expendedora de bebidas unas latas y las guarda en una bolsa. Al salir, Jim descubre una Londres desierta y apocalíptica. Al anochecer, Jim entra a una iglesia donde lo ataca un cura infectado pero lo golpea con la bolsa, sale corriendo de la iglesia y es perseguido por un grupo de infectados.

Incluso hubo secuela de esta cinta, que volvió a colocar a Danny Boyle como uno de los realizadores preferidos por sus propuestas alternativas que dotaban de frescura a géneros desgastados o necesitados de nuevas vertientes.



1. Trainspotting (1996)

Todavía recuerdo cómo era prácticamente básico ver esta película cuando estaba realizando mis estudios universitarios. Era una forma de retrato a la juventud inglesa, pero que también podía mostrar también características internacionales, que nos hacían ver reflejados en la historia e imágenes de la cinta.



Tras el éxito de Tumba al ras de la tierra, Boyle se convertía en el favorito de la juventud gracias a su excelente representación de la famosa generación X que en Trainspotting tiene lo que es posiblemente su mejor película.

La filosofía de vida que presenta el personaje principal, Mark Renton, se resume en una pregunta: ¿para qué elegir vida? Renton señala al principio de la película que seguir a la masa y llevar una vida normal es complicado. Es decir, el adicto no trabaja, no tiene pareja, no tiene responsabilidades ni moral, solamente tiene que preocuparse de conseguir lo que pueda vender para costear él mismo su adicción. Por lo tanto, no se estresa, no tiene peleas amorosas, y es bastante individual. Sin embargo, con el pasar del tiempo, se da cuenta de que no puede estar sumido en un destino circular, y decide ser útil.



Otro gran punto a favor de Trainspotting es su soundtrack con grandes temas del que destaca Born Slippy de Underworld, que incluso motivó a que se lanzara un segundo disco con temas de la película.



Así que en pleno 2009 es bueno conocer el trabajo más reciente de Danny Boyle, y más motivado por el gran triunfo en la pasada entrega de los Oscares, pero no cabe duda que “Quiero ser un millonario” es una cinta pensado para eso, para que le guste a la gente pues es una película “bonita”, que efectivamente es lo que le gusta a la academia.

Pero para los amantes de ese estilo, que repito es sumamente audaz, creo que mejor nos quedamos con otras películas de Danny Boyle que si bien son mucho menos complacientes, e incluso llegan a ser sumamente inquietantes, quedan más para la posteridad, en el recuerdo entrañable de aquellos momentos que ya pasaron pero que se mantienen siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ami me gustó 28 Days Later hasta el final, donde se volvió una especie de crítica social acerca de cómo el hombre es el peor enemigo del hombre, ahí me perdió... pero la premisa original es muy buena!