miércoles, 6 de mayo de 2009

Nostalgia noventera pura

Creo que en alguna ocasión ya escribí en el blog sobre la que ha sido mi serie de televisión favorita, pero ahora que a causa de la influenza he tenido que estar encerrado en casa, y que no hay cines, y ni siquiera tiendas para comprar entretenimiento, he estado viendo capítulos de esta serie, que a pesar de saberlos casi de memoria, siguen generando la emoción, la sorpresa, el sentimiento de aquella primera vez en los noventa.

Me refiero claro a Merlose Place, surgida a raíz del éxito de Beverly Hills 90210, pero mucho más maleada, más exagerada, y muchisimo más apasionante que las aventuras de Brandon y compañía.



Estos días he estado viendo la que para mí es la mejor temporada de la serie, la segunda, que arranca con muchos ajustes provenientes de un turbulento inicio que casi llevaba a la cancelación, y que se consagra como el festival de los excesos, que tantos fans generaron en los primeros años de los noventa.

Efectivamente, Heather Locklear dio el sentido de telenovela a Melrose Place, pero con la ayuda de Laura Leighton y la maravillosa Marcia Cross, la serie se convirtió en un clásico para las generaciones de los noventa, con una moda, tendencias y hasta moral muy diferente a la actual.

Puedo escribir un gran ensayo de Melrose Place... igual muchos en algunos momentos quisimos ser tan villanos como Kimberly, tan ingenuos como Sydney o tan "perras" como Amanda. El caso es que estas aventuras todavía siguen siendo causa de disfrute para muchos, incluyéndome a mí.

Buscando escenas de esta segunda temporada, aquí dejo dos momentos, para recordar más o menos de que se trataba Melrose:

Keith, el ex amante de Allison, regresa para atormentar a la ingenua rubia que acaba de ser promovida en su puesto, y que ahora tenía una relación con su compañero de cuarto Billy. Después de intentar violarla y saber que no sería para él, se suicida, aunque claro, para hacerlo, interrumple una junta de Allison, y vía telefónica, jala el gatillo.



O que tal todo el proceso de divorcio de Jane y Michael... lo mejor, la tercera en discordia, Kimberly... y la cuarta, Sidney.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Melrose Place es el recordatorio de una época que no volverá, ahora todo es tan correcto y predecible, ya no hacen joyas como estás... que pena.