AND TEACHER, THERE ARE DAYS THAT I STILL WANT TO LEARN

Cuando era niño, algunas veces soñé con ser maestro. Y sin en realidad buscarlo, ese sueño se convirtió en realidad años después. Ya hace casi tres años imparto clases, en una especie de aprendizaje “informal” que a la vez es “formal” y que en perspectiva me lleva a querer en algunos momentos cambiar de actividad.

Es cierto, en algunos casos es reconfortante ver o sentir cómo una persona puede transmitir el conocimiento a otras; sin embargo, en muchos casos, quienes toman cierta clase pueden dar por sentado que es algo sin relevancia y por un lado pueden no estar interesados en el aprendizaje, o simplemente tomarlo como un momento para perder el tiempo.

A lo largo de estos tres años han pasado buenos momentos, otros no tanto, sin embargo, ya es interesante el tener esta experiencia en el currículum de mi vida.

Creo que en este tiempo, sí he recibido cinco felicitaciones por mi papel de “maestro” han sido muchas, claro que en ocasiones uno quisiera tener más arriba el ego en ese sentido. ¡Ya ni que decir del día libre que los maestros de escuelas reciben en este día!

Yo también he tenido maestros importantes en mi vida. Algunos más importantes que otros, que me hicieron ver mi suerte, que me enseñaron muchas cosas, o que simplemente pasaron en mi vida para dejarme algún momento de enojo, tristeza, molestia, felicidad, risa, o admiración.

Vaya que es una tarea difícil y loable para todos aquellos que se atrevan a hacerla. Hoy es quince de mayo, además del día del maestro, una fecha importante para mi, con algunos recuerdos inolvidables, traumáticos y hermosos también.