Lunes 01:00
Voy a la cama dispuesto a dormir. El fin de semana termina y, aunque el lunes se espera pesado y hasta insoportable, lo mejor es descansar para empezar con la pila bien puesta.
Lunes 02:00
No logro conciliar el sueño, hace calor, me muevo de un lado a otro en la cama y lo único que siento es el cuello torcido.
Lunes 03:00
Por fin, caigo en los brazos de Morfeo y empiezo a dormir
Lunes 6:30
El despertador suena, el momento fatídico ha llegado. Me tengo que levantar. Recuerdo que es lunes y que el tráfico se pone muy duro el primer día de la semana. Decido esperar otros 10 minutos, que se convierten en media hora, al fin y al cabo sí me apuro me da tiempo de llegar bien.
Lunes 7:00
Me despierto y me meto a bañar. Afortunadamente no ocurrió lo mismo que la semana pasada que no había agua. Hoy sí y pues a apurarme para salir a tiempo.
Lunes 7:30
Sin desayunar, y con una hora de tiempo para llegar al trabajo, salgo de la casa. Me acerco al carro y veo con horror un líquido verde en el piso. Abro el cofre del auto y efectivamente, el anticongelante se estaba cayendo. Sin pensarlo mucho decido dejar el carro y dirigirme a la oficina en transporte público.
Lunes 7:45
Llego a la avenida a tomar el microbús que me deja enfrente de la oficina. Afortunadamente al llegar a la parada del camión, ahí estaba el transporte por lo que no tuve que esperar mucho. El inconveniente: iba lleno y hay que irse parado.
Lunes 8:00
El trayecto sigue. No hemos avanzado más de 2 cuadras.
Lunes 8:30
El tráfico del lunes no es tan malo como esperaba que fuera.. es peor. Sigo parado en el microbús, que también sigue sin avanzar mucho.
Lunes 9:10
Por fin, llego a la oficina. 40 minutos tarde y con 10 de retraso para iniciar una clase que debo impartir. Finalmente ya estoy en el trabajo, con todo y las manos dormidas por haber estado detenido de un tubo por casi hora y media.
Lunes 11:00
Pido información sobre una junta que voy a tener a las 2 de la tarde. Me informan que va a ser en el aeropuerto. Más tráfico!!
Lunes 11:05
Informo a mi jefe sobre la junta que voy a tener. En un tono seco y molesto me pide que envíe un correo al gerente que me pidió el apoyo en la junta para decirle que la próxima vez que necesite algo al respecto, le pida directamente a él el permiso. Hago mi enésimo entripado del día.
Lunes 11:50
Sigo escribiendo, saco todo lo que traigo de la jornada del lunes. Todavía no llega el medio día y lo que más quiero es: a) estar en mi cama dormido, b) gritar, c) golpear a alguien, d) mandar a todos a volar. Lo que decido hacer es tranquilizarme, tomar las cosas con la ironía que merecen y seguir adelante. Sí la situación lo amerita (es decir, si no mejoran las cosas en el día), ya más adelante les cuento por acá.
Por esto y muchas cosas más… no me gustan los lunes
Voy a la cama dispuesto a dormir. El fin de semana termina y, aunque el lunes se espera pesado y hasta insoportable, lo mejor es descansar para empezar con la pila bien puesta.
Lunes 02:00
No logro conciliar el sueño, hace calor, me muevo de un lado a otro en la cama y lo único que siento es el cuello torcido.
Lunes 03:00
Por fin, caigo en los brazos de Morfeo y empiezo a dormir
Lunes 6:30
El despertador suena, el momento fatídico ha llegado. Me tengo que levantar. Recuerdo que es lunes y que el tráfico se pone muy duro el primer día de la semana. Decido esperar otros 10 minutos, que se convierten en media hora, al fin y al cabo sí me apuro me da tiempo de llegar bien.
Lunes 7:00
Me despierto y me meto a bañar. Afortunadamente no ocurrió lo mismo que la semana pasada que no había agua. Hoy sí y pues a apurarme para salir a tiempo.
Lunes 7:30
Sin desayunar, y con una hora de tiempo para llegar al trabajo, salgo de la casa. Me acerco al carro y veo con horror un líquido verde en el piso. Abro el cofre del auto y efectivamente, el anticongelante se estaba cayendo. Sin pensarlo mucho decido dejar el carro y dirigirme a la oficina en transporte público.
Lunes 7:45
Llego a la avenida a tomar el microbús que me deja enfrente de la oficina. Afortunadamente al llegar a la parada del camión, ahí estaba el transporte por lo que no tuve que esperar mucho. El inconveniente: iba lleno y hay que irse parado.
Lunes 8:00
El trayecto sigue. No hemos avanzado más de 2 cuadras.
Lunes 8:30
El tráfico del lunes no es tan malo como esperaba que fuera.. es peor. Sigo parado en el microbús, que también sigue sin avanzar mucho.
Lunes 9:10
Por fin, llego a la oficina. 40 minutos tarde y con 10 de retraso para iniciar una clase que debo impartir. Finalmente ya estoy en el trabajo, con todo y las manos dormidas por haber estado detenido de un tubo por casi hora y media.
Lunes 11:00
Pido información sobre una junta que voy a tener a las 2 de la tarde. Me informan que va a ser en el aeropuerto. Más tráfico!!
Lunes 11:05
Informo a mi jefe sobre la junta que voy a tener. En un tono seco y molesto me pide que envíe un correo al gerente que me pidió el apoyo en la junta para decirle que la próxima vez que necesite algo al respecto, le pida directamente a él el permiso. Hago mi enésimo entripado del día.
Lunes 11:50
Sigo escribiendo, saco todo lo que traigo de la jornada del lunes. Todavía no llega el medio día y lo que más quiero es: a) estar en mi cama dormido, b) gritar, c) golpear a alguien, d) mandar a todos a volar. Lo que decido hacer es tranquilizarme, tomar las cosas con la ironía que merecen y seguir adelante. Sí la situación lo amerita (es decir, si no mejoran las cosas en el día), ya más adelante les cuento por acá.
Por esto y muchas cosas más… no me gustan los lunes
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