viernes, 16 de febrero de 2007

MADONNA MOMENT: EN MI CAMA CON MADONNA

Ayer por la noche tuve la oportunidad de asistir al concierto de presentación del disco “Boleropera” del tenor regiomontano César Rodríguez y el bolerista mexicano por excelencia, Carlos Cuevas, efectuado en el Teatro de la Ciudad. Pero, ¿Esto que tiene de relación con Madonna?

Anoche fue la primera vez que acudí al Teatro de la Ciudad, un lugar clásico y elegante, ubicado en el centro histórico del Distrito Federal. Yo creo que ese espacio se me quedó muy grabado, porque entre aquellas historias tan raras que solemos crear nosotros al dormir y soñar, llevé este recinto a uno de los sueños más hermosos que he tenido recientemente, y que involucra a la reina del pop.

Anteriormente ya he soñado en muchas ocasiones con Madonna. Recuerdo una vez en donde la diva se apareció en mi descanso, justo en una fiesta familiar en el patio de mi casa, cantando Open Your Heart con todo y su look de la era True Blue, con el cabello corto y rubio platino, y dando saltos de un lado a otro con su corset negro. Otro sucedía en un concierto donde yo me la pasaba tomando fotos, a la vez que me escondía de la seguridad para que no me quitaran la cámara.

Estos sueños que he tenido con Madonna han sido inolvidables, y yo creo que tan reales que se me quedan grabados por mucho tiempo. Anoche tuve uno de esos sueños, y la verdad, yo creo que ha sido el mejor de todos, pues contó con todo y su final feliz, y terminó justo donde tenía que terminar, sin ser interrumpido abruptamente por un molesto despertar.

En mi más reciente sueño estaba en el teatro de la ciudad, o al menos en un lugar similar viendo a Madonna. Recuerdo que ayer en el concierto de “Boleropera” había una señora que me tapaba toda la visión pues parecía querer aventarse al piso inferior, donde había algunas luminarias, incluyendo la cantante de música vernácula Aída Cuevas.

Sucede que mientras veía el concierto de Madonna, yo estaba en una posición similar a la de la señora, disfrutando del concierto desde un primer piso, aplaudiendo y brincando con las canciones de mi ídolo. En un momento de euforia empezaba a gritarle y a aventarle besos, lo que provocaba el interés de ella, quien se me quedaba viendo insistentemente, y claro que yo se sentía elevado hasta el cielo mismo.

La canción que cantaba era Let It Will Be, en una presentación similar a la que dio en su anterior gira, The Confessions Tour. Al finalizar esta canción llegaba lo mejor. Tal como en el concierto, después de este tema Madonna toma un respiro y platica por un momento con la audiencia.

En ese instante, al menos en mi sueño, pedía que alguna persona del público fuera con ella para saludarla. Yo la había impactado tanto con mi euforia que era el elegido para subir a su lado.

Completamente nervioso me paraba en frente de ella, no podía hacer otra cosa más que decirle el clásico “I Love You” y la plantaba un tremendo beso y abrazo. El momento era muy corto, por lo que la volvía a abrazar y le decía en un inglés perfecto: “Gracias, gracias por todo. Yo sé que muchas de las personas que están aquí han cambiado gracias a ti, y yo soy una de ellas”.

Ahí terminaba todo, volvía a mi lugar y con una satisfacción que no había sentido nunca en mi vida, disfrutaba del fin del concierto.

Ya no recuerdo el instante en el que me di cuenta que todo había sido un sueño, y la verdad no importó, porque yo estaba muy contento. Creo que fue la perfecta forma de empezar el viernes, con una sonrisa real en mi rostro.

Qué sería de nosotros sin esos sueños. Tal vez algunos se vuelvan realidad y otros no, pero el que viví la noche anterior yo sé que se va a quedar grabado, y por esta misma razón quise compartirlo en este espacio. Efectivamente anoche estuve “en mi cama con Madonna”.

Aquí se queda la canción que enmarcó mi sueño, Madonna con Let It Will Be.


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