lunes, 26 de febrero de 2007

YA MERITO… UNA VEZ MÁS

La nota obligada sobre la pasada entrega de los Oscares debe llegar en este espacio. La noche de este domingo, la esperada premiación que supuestamente serviría para coronar el cine realizado por mexicanos llegaría, y aunque no fue del todo satisfactoria, el agridulce sabor de boca que dejó es una experiencia importante para los amantes del séptimo arte.

En esta ocasión, tuve la oportunidad de ver la entrega del Óscar de una forma diferente a la acostumbrada en mi cuarto. Después de haber sido invitado, este domingo por la tarde salimos hacia Toluca, Estado de México, hacia la casa de María Eugenia Barraza, hermana de la actriz Adriana Barraza, tercera mexicana nominada a un premio de la academia.

La experiencia además de diferente, fue divertida al ser toda una reunión familiar, con miembros de la familia y amistades cercanas de la veterana actriz, que después de varias décadas de trabajo, fue reconocida por su actuación en la cinta de Alejandro González Iñarritu, Babel.

De esta forma, entre comentarios divertidos, la extensa y en ciertos momentos tediosa entrega de premios pasó con rapidez, hasta llegar al momento cumbre de esta entrega, al menos dentro de esta casa, con el nombramiento de la mejor actriz de reparto.

Como se esperaba, la ganadora fue Jennifer Hudson, quien por meses generó muy buenos comentarios por su interpretación como Effie White, cantante de la banda Dreamattes dentro de la cinta Soñadoras (Dreamgirls).

Ya un poco antes de la decepción causada por la derrota de Barraza los ánimos habían caído cuando El Laberinto del Fauno no obtuvo la presea por mejor película de lengua extranjera, al dar el paso a la producción que representaba a Alemania.

Así la noche que prometía mucho al abrir con triunfos para la cinta fantástica creada por Guillermo del Toro, fue cayendo poco a poco hasta convertirse en una clásica entrega de Hollywood, con poco que esperar.

De hecho, el momento cumbre, con el mejor director y mejor película ya se notaba anunciado cuando grandes cineastas como Steven Spielberg, Francis Ford Copola y George Lucas entregaron el premio a su amigo que faltaba ser reconocido por la academia: Martin Scorsese por su producción “The Departed”.

Y aunque posiblemente esta no sea la mejor cinta de Scorsese, no cabe duda que la industria de Hollywood ya le debía un reconocimiento de este tipo, a pesar que con ello, la ilusión del pueblo mexicano que esperaba el reconocimiento gringo, al menos en cuanto a películas se refiere, se quedó nuevamente en el intento.

Como la misma María Eugenia Barraza comentó una vez anunciada la derrota de su hermana, “es Hollywood” y para mucha gente, incluyendo el grupo de veinte personas que se reunió en una casa de Toluca para ver en la pantalla a un ser querido al lado de grandes luminarias, ya era más que suficiente el observar a su amiga caminar por la alfombra roja, con un bello vestido de noche, joyas caras, y varios enfoques a su persona durante la transmisión de la ceremonia.

Los Oscares del 2007 pasaron y, con ellos se cierra la temporada de premiaciones. Un año completo viene en camino, y habrá que esperar que nuevas creaciones nos brindan los amantes de la cinematografía hasta llegar a una nueva entrega llena de glamour. Y tal vez pronto ahora si “nos tocará” ganar a los mexicanos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por acompañarme, yo también me la pasé divertido y aunque el regreso estuvo mortal fue una experiencias diferente el contagiarte del ánimo de esta gente, lástima que mi nota salió como de un párrafo en el periódico. Saludos!