Realmente, considero que el Gultiest Pleasure de esta ocasión puedo ubicarlo en la sección “naca” de mi ser, pues realmente considero que todos la tenemos, por más que nos aferremos en negarla. Y es que a final de cuentas todos podemos caer en ese punto que va más allá de nuestra condición social, de nuestro estilo de vida, incluso de nuestra propia forma de ser.
En fin, todo esto para llegar a la conclusión y gran confesión personal para aceptar que me gusta el reggaetón, género musical variante y descendiente del reggae jamaiquino con la influencia del hip hop latino de Nueva York. Las particularidades de este estilo son sus letras en español (y en algunos casos con la influencia del inglés) y la mezcla con otros ritmos de la región como la salsa.
Existe un debate sobre el origen de este estilo musical, pues tanto Puerto Rico, como República Dominicana y Panamá se pelean su origen que se remonta a la década de los setenta.
Entre sus primeros exponentes podemos mencionar a El General o a Vico C, quienes ya desde principios de los noventa empezaron a colocar sus éxitos en las radios latinas, haciendo bailar a la gente con sus cadenciosas rimas acompañadas de mujeres de buenísimos cuerpos moviéndose eróticamente al ritmo de la música.
Para el gusto culposo de esta ocasión, más que el ritmo en si, he elegido al máximo exponente del regaetón hoy en día, alguien que debo reconocer, me gusta mucho, aunque claro, no siempre voy a andar por la calle aceptándolo.
Raymond Ayala, nacido el 3 de febrero de 1977 en Río Piedras, Puerto Rico, es conocido mundialmente como Daddy Yankee, aunque en un principio tomó el nombre artístico de El Cangri, jerga puertorriqueña para una persona guapa, líder, encargada o fuerte.
En su carrera, Daddy Yankee ha coqueteado con ritmos latinos como el merengue y la salsa, hasta incluso con el famoso Vallenato, aunque se puede decir que sus mayores éxitos a nivel internacional han llegado con sus interpretaciones de hip hop y rap.
Ayala inició en las calles de Nueva York rapeando desde los 13 años. En un principio el juntarse con otros actos más establecidos de la década de los noventa lo llevaron a ser reconocido en el mercado subterráneo que cada vez tomaba más fuerza.
Después de trabajar por más de diez años y aparecer en una infinidad de recopilaciones musicales, el esfuerzo de Ayala se ve recompensado con el lanzamiento de su disco “Barrio Fino” en el 2004, cuyo sencillo introductorio “Gasolina” se convierte en un éxito mundial, alcanzando los primeros lugares en varias partes del mundo, incluyendo toda la región europea. Este disco vendió más de un millón de copias tan solo en Puerto Rico, y la gira que acompañó la promoción del mismo reportó llenos totales en América Latina, Estados Unidos, Europa, Asia y Australia.
Para el 2005, Daddy Yankee obtiene el papel principal en la cinta por ser estrenada “Talento de Barrio”, producida por Paramount Pictures. En dicha película, Ayala representará su propia vida y la de muchas personas viviendo en las calles de América Latina.
En el 2006 otro paso adelante en la exitosa carrera de Daddy Yankee ocurrió con el lanzamiento de la línea de ropa llamada DY, y con su asociación con Reebook para la producción de calzado y accesorios deportivos con su nombre.
Su más reciente lanzamiento musical fue el disco en vivo “Barrio Fino… en directo”, que le otorgó otro éxito, que para muchos llegó a ser todavía más fuerte que la omnipresente Gasolina, me refiero al éxito “Rompe”, mismo que llegó a ocupar importantes lugares en conteos musicales de pura música anglo.
Poco a poco, la música de este particular personaje, representante del movimiento “bling bling” se ha ido metiendo por todos lados… incluso en mi gusto personal, que bien puede sentirse motivado a mover un poco el cuerpo al escuchar los ritmos cadenciosos y las letras casi indescifrables de sus canciones.
De esta forma, hoy invito a la sección del gusto culposo a Daddy Yankee, y aquí dejo una de mis canciones favoritas, que me recuerdan mucho la playa, el sol y los ritmos tropicales que tanto se escuchan por esos lugares: Lo que pasó, pasó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario