jueves, 18 de enero de 2007

WHEN I WAS YOUNG…

¿Quién no ha recibido el correo en cadena donde nos preguntan sobre nuestra edad con base en los recuerdo que tenemos sobre ella? Yo creo que ya están tan choteados que después de recibirlos por segunda ocasión ya pierden todo chiste. Traigo esto al caso porque en este pequeño espacio quisiera abordar un recuerdo de mi niñez, allá a mitades de la década de los ochenta, que todavía recuerdo.

El día de ayer recordé no sé bien por qué aquella caricatura de mi niñez, que yo creo que como a muchos de mis épocas, nos dejó marcados por el dramón que se vivía día a día. En serio, yo creo que nada más el último capítulo tuvo final feliz, pero pobre la vida de el jovencito Remi, “El niño de nadie” que vivía siempre lleno de lágrimas a pesar del mensaje positivo que tuvo en toda la serie.

¿Sería que más adelante Remi desarrollaría algunas tendencias especiales o diferentes después de soltar lágirmas y lágrimas porque le ocurría todo? Una tras otra, las mascotas del escuincle se morían. ¡Lo pero fue cuando se las comieron los lobos! ¡Qué horror en serio!, y qué decir cuando su mentor, el anciano Señor Vitales también fallece, después de ser llevado a la cárcel y dejado sin qué hacer a Remi.

Por supuesto, el camina siempre adelante tuvo sus resultados positivos, pues al final Remi encuentra a su verdadera madre, quien es casi una princesa, y su hermano resulta ser su mejor amigo, que siguiendo con el drama, es inválido.

En fin, no recuerdo muchas cosas de la serie, pero sí la tarde de domingo que mis papás me llevaron al cine a ver la película. Ah y por supuesto la canción de salida, más que la de entrada. El clásico tun tun tun caminar es una oda a lo positivo, y vaya que el Remi debió repetirse ese karma a diario, pues de lo contrario no hubiera durado ni el primer capítulo.

Desde Japón, aquí dejo las canciones de entrada y de salida de esta tierna e inolvidable serie, intepretadas por Rocío Garcel, actriz de doblaje quien dio voz al pequeño. El es Remi y siempre siguió adelante, ¡como nosotros debíamos aprenderle!






1 comentario:

Anónimo dijo...

Lol, Remi! quien no lo recuerda! De hecho extraño terriblemente las series infantiles de los 80s aunque yo era más rudo tipo Mazinger Z y siempre cayeron en la punta del hígado las series tipo Candy Candy!