
No contaba que para los cónsules de la embajada gringa en México, el sueldo que percibía en ese entonces, y que no dista mucho del actual, era muy bajo para que yo pudiera entrar a su país. Después de otras visitas traumáticas a la embajada, y de obtener una visa con condiciones finalmente el viaje fue un éxito, y estuve tan cerca de Madonna como no volví a estar hasta 5 años después… pero eso es otra historia.
El caso es que los momentos previos al viaje a Miami y el regreso después de una semana de goce, fueron temporadas muy duras para mi en lo anímico que incluso me llevó a terminar recibiendo una receta para tomar Prozac, cosa que hice algunas semanas, y que después de pasármela dormido en clase y en el trabajo decidí dejar.
Y todo por Madonna. Recuerdo todavía los insultos que mi papá infirió hacia ella cuando estaba tan mal, algo así “yo no sé como te pones así por esa pendeja”.. en fin, creo que ese es uno de los menores insultos que ella ha recibido a lo largo de su vida. En el trabajo, además de tacharme de loco, llegué a recibir comentarios acerca de que mis compañeros no harían algo así por nadie, pues no tenían un ídolo.

Eso no significa que no me interese su trabajo, sus movimientos, su vida. Ha sido una imagen que llegó a mi en 1989 cuando era un niño a punto de entrar en la adolescencia, con mucha soledad, ya con varios traumas, y sobre todo con un desconocimiento de la vida que poco a poco se empezó a abrir en parte gracias a la llegada de Madonna a mi vida.
Si busco mis favoritos, sé que ella es el primero de ellos, lo ha sido por casi 2 décadas y ha pasado por varias etapas, incluyendo las maniacas, las exageradas, las extravagantes e incluso las maduras, como la que considero ahora tener hacia mi fanatismo a Madonna.


En esta cinta, también se incluía la canción del concurso de la Mini Madonna, y otras más interpretadas por ella. Además su look era super espectacular. Parecido a Marilyn Monroe pero más moderna. El cabello corto, casi blanco, unas cejas oscuras y labio rojos. ¡Wow!, efectivamente, ¿Quién era esa chica?, me dije.
No es necesario aclarar que la película me encantó, se me hizo divertida y sobre todo disfrute la presencia de Madonna en la pantalla. Ahora empezaba a conocer algo de esta cantante estadounidense de quien no sabía nada más que cantaba también La Isla Bonita.


Un fin de semana, Raúl Velasco (q.e.p.d.) presentó en su programa Siempre en Domingo el video de Like a Prayer. Antes de hacerlo realizó la advertencia sobre su contenido religioso, y a diferencia de lo conservador que pudo ser en su vida, defendió a Madonna como la máxima exponente del pop en el momento. El video fue transmitido de principio a fin. Era una Madonna diferente, con el cabello largo, negro y rizado. No era la de Who’s That Girl… era distinta… era incluso más atractiva.

En 18 años de mi vida muchas cosas han pasado, inolvidables momentos he vivido y en muchos de ellos Madonna ha estado. Tal vez más adelante algunos de esos momentos merezcan su espacio para ser contados por escrito, pero esas son otras historias. Por ahora únicamente quería brevemente justificar mi amor por ella.
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