martes, 23 de enero de 2007

OBSESIÓN DE LA SEMANA: SINÉAD O’CONNOR

Pareciera que esta semana ando basando la información de mi espacio en los primeros momentos en los que tuve contacto con varios aspectos que me acompañan hasta la fecha. En el espacio de Madonna hablé sobre aquel inolvidable 1990, y ahora en la obsesión de la semana me remonto nuevamente a ese año, que fue cuando conocí a la mujer que hoy elijo para esta sección.

Sinead Marie Bernadette O’Connor, nació el 8 de diciembre de 1966 en Dublín, Irlanda. Hija de Jack y Marie O’Connor, cuenta con cinco hermanos, de quienes destaca ella y Joseph O’Connor, reconocido novelista contemporáneo.

Tal vez un hecho que afectó notablemente a Sinéad, lo cual es reconocido ampliamente en su carrera, fue la separación de sus padres cuando ella tenía ocho años. Al irse a vivir con su madre, los niños fueron víctima de abusos físicos frecuentes, situación que fue llevada a la música a través de la canción “Fire on Babylon” de 1994.

En 1979 Sinéad deja el hogar materno para irse a vivir con su padre, quien formó una asociación para promover los divorcios en Irlanda. Sin embargo, su suerte no cambió por lo que fue enviada a un colegio reformatorio a la edad de 15 años. En esta institución, Sinéad tuvo su mayor contacto con todos los aspectos religiosos y de rebeldía que tanto se han mostrado como opuestos en su carrera, además de empezar a desarrollar sus talentos como escritora y música.

En febrero de 1985, la madre de Sinéad falleció en un accidente automovilístico, lo que la afectó profundamente a pesar de la mala relación que habían llevado por años. Este suceso la motivó a mudarse a Londres.

Durante la segunda mitad de los ochenta, Sinéad ingresa con el pie derecho al mundo de la música, al conocer a Fachtna O'Ceallaigh, ex presidenta de la disquera Mother Records, de U2. Poco tiempo después graba su primer proyecto al prestar voz a la canción “Heroine” escrita junto con el guitarrista The Edge para la cinta Captive.

A los veinte años, y en plena producción de su primer disco, Sinéad queda embarazada de su tecladista John Reynolds. A pesar que la compañía disquera la presiona para abortar, a final de cuentas tiene a su primer hijo y puede ser la productora de su álbum “The Lion and The Cobra” lanzado en 1987.

Aunque la primera producción de O’Connor no fue un éxito radial, llegó a vender más de medio millón de copias en Estados Unidos, alcanzando una nominación como mejor actuación rock para una vocalista femenina en la entrega de los premios Grammy. Las críticas positivas a este trabajo se basaban principalmente en su voz única y sus canciones originales. Asimismo, algo sobresalía de ella: su imagen con la cabeza rapada, una expresión molesta y su rara vestimenta.

En 1990 sale a la venta su segundo disco “I do not want what I haven’t got”, mismo que la convierte en una estrella internacional gracias a la canción Nothing Compares 2U, escrita por Prince, misma que alcanzó el primer lugar en siete países. Gracias a este tema, Sinéad ganó el Grammy como mejor actuación de música alternativa, pero rechazó el premio protestando contra su naturaleza comercial.

Las controversias que apenas empezaban continuaron cuando en Nueva Jersey se negó a actuar al enterarse que antes de su presentación se tocaría el himno nacional estadounidense, indicando que no saldría al escenario después del himno nacional de “un país que impone la censura a los artistas, pues es hipócrita y racista”. Este hecho provocó que la interprete fuera vetada de varias estaciones norteamericanas.

En 1992 lanza su producción Am I not your girl, en la cual incluye covers de diferentes canciones como Don’t Cry For Me Argentina y Success Has Made A Failure Of Our Home. Sin embargo, la aceptación de este álbum no fue buena principalmente por las controversias que invadían su carrera, incluyendo la ocurrida en el programa Saturday Night Live donde rompió en frente de las cámaras la fotografía del Papa Juan Pablo Segundo, mientras decía “peleen con el verdadero enemigo”.

Después de pasar nueve años viviendo en Los Angeles y Londres, a fines de 1992 Sinéad regresa a su patria, Dublín, para vivir cerca de su familia y criar a su hijo Jake y trabajar en más música.

Finalmente en 1994 regresa con un disco más accesible: Universal Mother, mismo que no pudo volver a colocarla en el gusto de la gente, aunque contiene varios de los temas favoritos por sus seguidores como Famine, Thank you for hearing me, y la antes mencionada Fire in Babylon.

Tal vez su disco más comercial es Faith and Courage del año 2000. Éste incluye una contribución con Wyclef Jean de los Fugees y Dave Stewart de Eurytmics. Muchas de las canciones del álbum se centran en el tema de una recuperación. A la par del lanzamiento de este material, Sinéad se reconoció como lesbiana, condición de la cual se retractaría poco tiempo después.

A partir de ese momento, los discos de la intérprete han sido más conceptuales, en el 2002 lanzó Sean-Nos Nua, lleno de canciones irlandesas típicas. En 2003 produjo "She Who Dwells in the Secret Place of the Most High Sall Abide Under the Shadow of the Almighty, un material doble con la grabación de un concierto y una serie de demos no antes lanzados. Inmediatamente después del lanzamiento de este álbum, O’Connor anunció su retiro de la música.

Sin embargo este retiro no se concretó pues a fines de 2005 lanza Throw Down Your Arms, material de música reagge, considerado por los críticos como uno de los mejores álbumes de la cantante.

Para la primavera de 2007 se espera el lanzamiento de Theology, un álbum con dos discos con las mismas cancines, pero interpretadas únicamente con una guitarra acústica y voz en uno, y con una banda completa en el otro. Recientemente dos temas de este material fueron puestos al alcance del público: If You Had a Vineyard y Jeremiah (Something Beautiful).

Así la carrera de esta controvertida, intensa pero también maravillosa mujer sigue. Con varios momentos que han definido su difícil y rebelde vida, parece que Sinéad O’Connor está muy por aparte de cualquier artista pop definido como tal, y sin embargo ella también lo es. Muy dentro de tanta espiritualidad, no dudo que ella disfrute seguir bajo los reflectores, ya sea con algún escándalo, o regalándonos alguna de sus inolvidables interpretaciones.

Hoy hasta yo quedé sorprendido con la historia de esta obsesión. Sinéad O’Connor y eso que no nos metimos en su vida privada, con varias religiones y parejas, dos matrimonios y cuatro hijos, cada uno de ellos de un padre diferente. Realmente nada se compara con ella.

Aquí está la que tal vez sea mi canción favorita de ella, aunque la verdad fue difícil escogerla, creo que la elección es la más acertada. The Last Day Of Our Acquaintance.



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