martes, 23 de enero de 2007

THE GUILTIEST PLEASURE - EDNITA NAZARIO

Para una persona nacida en la segunda mitad de los setenta, los momentos de mayor remembranza suelen ser los de la niñez y adolescencia. Siendo un niño en los ochenta, tengo toda la influencia de la misma en diferentes aspectos: estilos, gustos, música.

Sin embargo en los ochenta yo no escuchaba a Madonna, no toda la gama de canciones que con mucho entusiasmo transmite actualmente Mix FM. Para nada, efectivamente yo era más de Timbiriche, Flans, y toda la serie de grupitos y solistas de la camada juvenil de aquel tiempo.

Pero la verdad, la música que más me marcó era la que escuchaban mis familiares un poco mayores, es decir, no era precisamente música infantil o juvenil, era un poquito más adulta y aunque no le entendía nada, la verdad me gustaba mucho.

En esta ocasión en mi gusto culpable he elegido a una cantante puertorriqueña que gozó de las mieles de la popularidad en la década ochentena. Hoy en día, todavía me gusta escuchar alguna que otra canción de ella, eso sí, con la gran pena que representa reconocer que me gusta.

De acuerdo a la biografía en línea de Ednita Nazario, ella nació el 11 de abril de 1955. Su interés por la canción surgió siendo una niña, pues cuenta la historia que al tener tan solo dos años se perdió mientras acompañaba a su madre al supermercado, siendo hallada cantando sobre unas cajas, y entreteniendo a varias personas.

Siendo una niña, Ednita es descubierta por Ernest Herger, reconocido productor boricua quien la invita a formar parte del grupo The Kids of Ponce, mismo que gana una gran popularidad en aquel país en la década de los setenta. Más adelante gana el título de Miss Puerto Rico Teenage, y en 1973 lanza su primer disco en solitario: “Al fin… Ednita”.

En 1978 conoce a quien se convertiría en su primer gran amor, el cantante argentino Laureano Brizuela, lo que la motiva a realizar uno de sus mejores discos de su primer etapa: “Mujer Sola”, y precisamente sola no estaría, pues poco después la pareja contraería matrimonio.

Es en los ochenta cuando Ednita se consagra musicalmente en el aspecto de la música pop, saliendo de Puerto Rico y siendo conocida en otros países latinoamericanos. Desmostrando que ya no era una niña, lanza uno de sus más grandes éxitos “A qué no le cuentas”, donde ella se autoproclamaba como la amante. En 1986 se anota otro gol con la balada “Tu sin Mi”, la cual sería tal vez la representación de su máximo lugar como intérprete.

En adelante y durante la década de los 90, Ednita siguió grabando distintos materiales, aunque también por el paso del tiempo, su estilo ya no encajaba en las frecuencias radiales juveniles, convirtiéndose en otra artista de catálogo, que aunque presente y activa, nunca pudo recuperar la posición que llegó a tener en algún momento.

En 2006 reaparece en México a través del programa de concursos “Cantando por un sueño”, como una de las maestras de canto, en la búsqueda de coronar a una persona con deseos de cumplir un sueño y a algún personaje público de mediana presencia, sin la más mínima preparación para cantar.

Ednita, que sigue utilizando su nombre en diminutivo como cuando empezó su carrera siendo una niña, es mi gusto culposo de esta ocasión. Y qué mejor manera de festejarlo que con esta balada de despecho: Tu sin mi (que he de reconocer, me sacó algunas lágrimas hace no mucho).



4 comentarios:

Anónimo dijo...

que onda con tus placeres culposos!? tengo miedo del que sigue, curiosamente todos ellos son cantantes femeninas, coincidencia? don't think so!

Anónimo dijo...

Thanks :)
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Yolycher dijo...

saludos.. se que también te interesaría la Música De La Puertorriqueña, Yolandita Monge.. :)

Yolycher dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.