MADONNA MOMENT: MADONNA 1993 GIRLIE SHOW EN MÉXICO

Me volví fan en 1989, me apasioné en 1990, y en 1993 tuve la oportunidad de verla por primeras vez en vivo. Esta semana en el Madonna Moment de Gonzo’s Place dedico este espacio a la ocasión donde pude compartir el espacio con mi máximo ídolo por primera ocasión, hace ya poco más de trece años en tres maravillosas e inolvidables presentaciones de la Reina del Pop en México.

Para finales de 1992 la controversia se había vuelto a presentar en la carrera de Madonna. Con el lanzamiento en conjunto del disco Erotica y el libro Sex, la diva del pop recibió uno de los golpes críticos más fuertes que ha tenido en toda su carrera, y que todavía hoy en día sigue siendo traído a la luz pública ante la menor provocación.

El disco y el libro mencionados se centraban prácticamente en la sexualidad y algunos de sus tipos de expresiones, desde el punto de vista del alter ego de Madonna, Dita, quien nos invitaba a acompañarla y a aprender de su mano muchas técnicas y estilos para vivir plenamente nuestra vida sexual.

Por supuesto que para ese tiempo donde la industria todavía estaba cerrada y no se veía a cualquier persona enseñando sus cuerpos recién operados ante la menor provocación, la hazaña de Madonna vino a cambiar, como en otros sentidos, la forma en la que un artista pop puede expresar su “arte”.

Sin embargo esta edición del Momento Madonna no es precisamente para hablar de Erotica o Sex, pues tal vez más adelante éstos tengan su propio lugar. Hoy quisiera centrarme en la primera ocasión que pude ver a Madonna en vivo.

Como una especie para contrarrestar las críticas vertidas hacia su persona y su trabajo como resultado de la dupla Erotica / Sex, a la que se le unió la cinta “Body of Evidence”, lo que provocó ventas reducidas para la producción discográfica de la artista, a principios del verano de 1993 se informó sobre el inicio de la nueva gira mundial de Madonna.

En aquellos momentos, sin la información tan desarrollada como hoy en día, en México no nos enteramos sobre los planes de la estrella por salir de gira, hasta que se informó que la misma tendría una parada en la ciudad de México.

El martes 10 de noviembre fue el elegido para que Madonna llegara a México con su gira llamada The Girlie Show. Su presentación sería en un nuevo foro que ella misma inauguraría en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Por supuesto, la misma fecha en la que se pusieron a la venta los 50 mil boletos para el concierto, todos se agotaron en cuestión de horas, marcando un récord para aquellos tiempos.

Rápidamente se anunciaron otras dos fechas para el 12 y 13 de noviembre, mismas que corrieron con la misma suerte de ser agotadas rápidamente. Afortunadamente, como un adolescente deseoso de acudir a estos conciertos, tuve la oportunidad de obtener boletos para las tres presentaciones.

Las fechas previas a los concierto, varios movimientos surgieron para hacer promoción a los mismos. Una mención especial debe tener la campaña en contra de Madonna realizada por Televisa.

Incluso en el popular programa de Nino Canún se transmitió una emisión donde los grupos a favor de las buenas costumbres exigían la cancelación de los conciertos, pues Madonna atentaba contra los buenos modales y principios de los Mexicanos. Por supuesto también estaban aquellos a favor de la diva, que con todo y la pose propia de un seguidor de la reina del pop, mantenían una imagen feroz y aguerrida para defender la fecha.

Realmente todo esto tenía como finalidad, muy por encima del tema de las buenas costumbres, un fin mercadológico, pues el concierto de Madonna no fue promovido por Televisa, quien por su parte desplegó todo tipo de promoción existente para la visita que Michael Jackson tendría por esas misma fechas, y que se vio afectada por las primeras alegaciones sobre un supuesto abuso a menores, disfrazada por problemas dentales que motivaron a que el astro estadounidense reprogramara sus conciertos más de una ocasión.

La promoción de Madonna vino por la prensa y por la radio. Al ser WFM la estación oficial de Jackson, la recién creada y realmente novedosa frecuencia de Radioactivo 98.5 fue quien ganó la información sobre la reina del pop en nuestro país. Todavía recuerdo escuchar por esta estación a Jaime Camil transmitiendo desde los ensayos en el Autódromo la interpretación de Rain.

La fecha llegó. Un fuerte descontrol por ser el primer evento de esta escala en un nuevo foro. La gente estaba confundida y tenía que caminar largos tramos. El clima bajó considerablemente, por lo que los mortales que vimos el concierto desde el “cielo” literalmente estuvimos a punto de quedar congelados.

Sin embargo, después de esperar el inicio del espectáculo, de abrir el telón de un escenario majestuoso, y de finalmente ver la pequeña silueta de Madonna iniciando la presentación con Erotica hizo olvidar totalmente cualquier frío que pudiera sentirse, pues el ambiente fue más cálido que nunca.

Debo reconocer que yo difícilmente puedo expresar un sentimiento de euforia, especialmente en un concierto, nada más no se me da. Pero no sé que ocurre con Madonna, que pasa todo lo contrario. Estando en un concierto de ella, puedo brincar, gritar, desbordarme, cual vil y vulgar masa. Esto lo supe por primera vez ese 10 de noviembre de 1993.

Tuve la oportunidad de ver las tres presentaciones, creo que para mi el segundo fue el mejor de los tres conciertos que dio Madonna, incluso interactuando con su público en repetidas ocasiones, y dejándonos ver que ya había aprendido el florido lenguaje del español mexicanizado con todo y sus qué onda, pendejos, cabrones, etc. Sin embargo, aquella primera presentación es la que me quedó más grabada, era la gran novedad, era mi primer concierto de mi cantante favorita, de mi obsesión, de mi pasión. Algo que pocas personas pueden entender, y estoy seguro, sentir.

Los éxitos clásicos de la diva fueron pocos, en su lugar escuchamos casi todo el disco Erotica tal y como ella quería. El momento que tal vez hizo mayor ruido en el autódromo fue el inicio de La Isla Bonita, con todo y sus sonidos latinos que tanto nos gustan, y las canciones del cierre. Para Everybody, el primer sencillo de Madonna y con el cual cerraba el concierto, la diva salió al escenario con un sombrero Mexicano, lo cual fue alabado por toda la asistencia que se rindió a sus pies, y le brindó todo el calor posible a la reina.

Los tres conciertos pasaron rapidísimo. Por supuesto que yo fui el portavoz oficial de los mismos en el CCH justo entre las clases de Biología, Ciencias de la Comunicación y Psicología. La memorabilia que iba de la oficial a la pirata, desde el programa, las playeras, los posters, las tazas y los cajones, hicieron que el regreso a mi casa fuera un poco difícil por tanto que llevaba cargando.

Los tres conciertos fueron experiencias que viví yo solo, pues como nadie que yo conociera tenía la pasión por Madonna, yo tuve que aventarme a vivir una experiencia inolvidable que a la fecha sigo llevando conmigo. Afortunadamente he tenido la oportunidad de verla en otras ocasiones, y aunque esas son otras historias, cada una de ellas ha dejado una profunda huella en mi persona.

Al día siguiente, los medios se olvidaron que Michael Jackson estaba en México, todos los artículos era de Madonna, y a diferencia de las intenciones por boicotear la presentación, las reseñas publicadas y emitidas en los diferentes medios también se rindieron a los pies de Madonna. Efectivamente había sido una presentación fuerte, con un gran contenido sexual, pero no era lo único. Sí alguien había ido a ver a Madonna solo por el morbo, salió con un plus que realmente no esperaba, algo que únicamente ella ha podido dar tanto a sus seguidores como a sus detractores por más de veinte años.

Como dicen por ahí, recordar es vivir, y en estos momentos mi piel vuelve a erizarse tan solo de pensar en aquellas tres magnificas tardes del mes de noviembre de 1993, la primer vez en la que compartí el mismo espacio con mi máximo ídolo. Hoy, muchos años después, el recuerdo de aquel tiempo que me marcó y me formó sigue fuerte y sólido, y por increíble que parezca, ahí permanece, sin la intención de hacerse más pequeño.

Para cerrar este Momento Madonna, quisiera incluir en este espacio la canción que más me gustaba en ese tiempo, la que fue mi favorita de todo 1993. Es una balada del disco Erotica, que dejando un poco al lado la parte sexual del álbum, apuesta más por el romanticismo, la ilusión y la esperanza que nos puede dar el verdadero amor. Esta es la versión en vivo directa del Girlie Show para Rain de Madonna.