En esta entrega de la Obsesión de la Semana, una mujer que recibió la condecoración más importante para muchas jovencitas bellas, que le fue arrebatada en medio de la controversia, y que a pesar de una adversidad que pudo acabar con su carrera, se levantó para construir una fructífera carrera que abarca el canto y la actuación. Ella es Vanesa Williams.
Vanesa Lynn Williams nació el 18 de marzo de 1963 en Millwood, Nueva York en la cuna de una familia de color de clase media. Hija de dos maestros de música, siendo niña estudió piano, aunque desde un principio se interesó más por el canto. Y aunque inició una carrera universitaria en artes teatrales, decidió abandonar los estudios para iniciar una carrera en el mundo del entretenimiento.
Vanesa Lynn Williams nació el 18 de marzo de 1963 en Millwood, Nueva York en la cuna de una familia de color de clase media. Hija de dos maestros de música, siendo niña estudió piano, aunque desde un principio se interesó más por el canto. Y aunque inició una carrera universitaria en artes teatrales, decidió abandonar los estudios para iniciar una carrera en el mundo del entretenimiento.
Williams empezó a competir en certámenes de belleza a principio de los ochenta, ganando el título de Señorita Nueva York en 1983. Finalmente fue conorada Miss America en 1984, convirtiéndose en la primer mujer afro americana en obtener este título. Sin embargo, cuando todo parecía ser felicidad, la controversia explotó en el verano de ese mismo año, cuando se descubrió que en 1982, ella había posado desnuda ara fotografías, incluyendo escenas de exposición gráfica y temas lésbicos.
La información fue dada a conocer cuando la revista para adultos Penthouse anunció que publicarían las fotos en su edición de septiembre de 1984, sin su consentimiento por supuesto. Después de varios días de bullicio, Williams decidió renunciar a su puesto, con lo que muchos predijeron el fin de su carrera, pues difícilmente podría recuperar su reputación después del escándalo.
Sin embargo, después de algunos años fuera del escrutinio público, Williams obtuvo un contrato para grabar un disco, lanzando el album The Right Stuff en 1988, obteniendo éxito en las listas de Rhythm and Blues y posteriormente alcanzando los diez primeros de la lista pop con su sencillo Dreaming. El álbum obtuvo un disco de oro por las altas ventas, y mereció tres nominaciones al premio Grammy, incluyendo la de Mejor Artista Nueva.
Fue a finales de 1991 cuando yo la conocí. En una emisión del American Top 40 que se transmitía por WFM bajo la conducción de Martín Hernández todos los domingos por la mañana, de repente ingresó la canción Running Back to You, lo que sería el primer sencillo de su segundo disco: “The Comfort Zone”. Aunque no relacionaba ninguna imagen con esta cantante, fue cuando conocí su historia en el Señorita Estados Unidos y desde ese instante empezó a intrigarme.
Más adelante en un programa de videos musicales transmitido en canal 13 antes de convertirse en TV Azteca, cuyo nombre intento recordar pero que no llega en estos momentos, se tranmitió el video para The Comfort Zone. Al ver la imagen de Williams quedé impactado. Realmente no se veía tanto como alguien de raza afro americana, más bien parecía una bellísima mulata con ojos claros, y un estilo propio del primer año de la década noventera.
Ya a principios del 92 vino lo que sería su mayor éxito musical: Save The Best For Last, balada que pasaría cinco semanas en el primer lugar de Estados Unidos. Para ese momentos, mi obsesión para ella había surgido y seguiría latente con más temas de este, mi disco favorito de ella, que también incluía canciones como Work to do, Just for Tonight, What will I tell my heart y Freedom Dance.
En 1993 colaboraría en el soundtrack de la serie del momento: Beverly Hills, 90210 junto con Brian McNight en la canción Love Is y dos años después con Colors of The wind, de la cinta de Disney, Pocahontas.
En 1993 colaboraría en el soundtrack de la serie del momento: Beverly Hills, 90210 junto con Brian McNight en la canción Love Is y dos años después con Colors of The wind, de la cinta de Disney, Pocahontas.
Sus éxitos musicales fueron menores desde entonces, incluso con el lanzamiento de su album The Sweetest Days, que también generaron algunos hits radiales. A la fecha, Williams ha vendido seis millones de discos y recibido quince nominaciones a los premios Grammy.
A la par de su carrera como cantante, Williams desarrollo sus facultades como actriz en diferentes medios, tanto en cine, como en teatro y televisión.
En la pantalla grande es recordada al lado de Arnold Schwarzenegger en la cinta Eraser, con Samuel L. Jacskon en Shaft y con el boricua Chayanne en Dance with me.
Al ingresar a protagonizar la obra teatral “El Beso de la Mujer Araña” en Brodway en 1994, recibió muy buenas críticas, mismas que la llevaron a obtener un premio Tony más adelante.
En Televisión también ha tenido diferentes papeles como invitada especial en series de éxito medio o moderado. Sin embargo los nuevos bríos de Vanessa llegaron en 2006, cuando obtuvo el papel de Wilhelmina Slater, la villana de la comedia Ugly Betty, donde interpreta a una mujer sin escrúpulos, víctima de la moda, y dispuesta a todo por obtener lo que quiere, un papel donde demuestra sus aptitudes para la comedia, así como la gran presencia que a sus 43 años sigue teniendo.
Precisamente fue con su incursión en la serie estadounidense que mi obsesión para Vanessa Williams, latente por varios años regresó. Así que ahora todas aquellas canciones de mis primeros años en el bachillerato han sido incluidas en mi Ipod, y por supuesto que son tocadas una y otra y otra vez.
Madre de cuatro hijos y divorciada dos veces, incluyendo una ruptura motivada por los tabloides que informaron sobre la infidelidad de su ex esposo, el jugador de la NBA Rick Fox en el 2004, Vanessa Williams se encuentra viviendo otro de sus momentos de éxito. Como una cantante y actriz consagrada, que inteligentemente supo como dejar atrás los escándalos que al inicio de su carrera pudieron haber finalizado con la misma, para convertirse en una persona agradable y respetada en el mundo del entretenimiento.
Para este espacio, después de pensarle en qué tema incluir, decidí elegir una canción que considero muy sensual, con una interpretación elegante, y cuyo video sigo recordando. Es el tema que le da título a su producción de 1991. Vanessa Williams, con The Comfort Zone.
1 comentario:
jajaja, me da gusto por la Williams que este de regreso, digo la neta no es mi onda y se me hace bien has been pero le ha sabido sacar partido a su personaje y pues ya dejo su marca en la telera gringa!
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